Cierto es, que un buen día, tal
vez hoy, la noche llegó a su fin, una noche oscura, lóbrega y aciaga, que había
perdurado durante días y días, perdí la cuenta tiempo atrás. No recuerdo con
exactitud qué terminó con ella: ¿el ansia de volver a ver la luz de un nuevo
día? O quizás, ¿la desesperación de esta rutina? Sea lo que fuere, llegué a la
simple conclusión de que debía, por lo menos intentar, retener esta nueva
oportunidad concedida.
Días y noches; exactamente,
¿sobre qué estoy hablando? Solamente abordo un único tema, el cual no espero
que comprendas, ni que todo este amasijo de palabras merezca tu atención, pero
si por algún casual consigo captar tu interés y me lees, ya sea en un futuro
próximo o lejano, si por algún casual sientes que todo buen principio tienen un
mal final, que toda la alegría que te rodea es una mera ilusión que acabará por
extinguirse, piensa en lo siguiente: no te estanques entre recuerdos, en tu
pasado; tú misma puedes crear otros muchos más. No creas que siempre te vas a
encontrar rodeada de oscuridad, vuelca la memoria atrás y recuerda, extrae de
los malos momentos, los buenos, porque los hay, es cuestión de encontrarlos;
pero no te aferres a ellos creyendo que nada mejor volverá a acaecer.
Como ya mencioné anteriormente:
puedes crear muchos más...
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