background: url(URL de la imagen) no-repeat center center fixed; background-size: cover; expr:class='"loading" + data:blog.mobileClass'>

sábado, 11 de agosto de 2012

Romper las barreras

 -Negro. Quizá sea el color que mejor lo defina todo.  La Oscuridad lo envuelve todo con un manto de dolor y tristeza.
 -Cuéntame qué te pasa.
 -Son muchas cosas a la vez: abrir la boca y que la voz no salga, ver como la gente se hace amigos entre ellos cada día que pasa y no ser capaz de meterte en las conversaciones que mantienen. Sentirte apartada.
 -Eres tímida.
 -Lo sé y lo odio. ¿Te acuerdas de cuando la gente se metía conmigo por el mero hecho de verme tímida y pensar que no sabré defenderme?
 -Eran unos gilipollas.
 -Gilipollas que me hacían sufrir. Ser tímido no significa no tener sentimientos. Apenas me conocían y no sabían por lo que estaba pasando en aquellos momentos.
 -Debieron callarse.
 -He perdido muchas oportunidades a lo largo de mi vida, incluida la de conocer a gente nueva debido a mi timidez.
 Él es mi amigo desde hace mucho tiempo y no quiero que deje de serlo por ello.
 -No le perderás, ni a él, ni a mí.
 -Tú eres mi apoyo, si te perdiese a ti no podría deshacerme del manto que muchas veces tú me quitaste.
 Cuando ninguna palabra salía por mi boca y mis ojos se encontrabana clavados en el infinito, enseguida te dabas cuenta de que algo me ocurría, me conoces bastante bien.
 Cuando necesitaba desahogarme porque sentía estallar una bomba en mi interior, tú me escuchabas y te encargabas de desactivarla.
 Hemos tenido nuestros enfrentamientos, algunos duraderos, pero siempre sentí que tus oídos a mi disposición se encontraban, que me ayudarías, que a mi lado siempre estarías.

 -Estas son algunas de las muchas cosas que me gustaría decirte a la cara.
 -Dímelas.
 -No soy capaz.
 -Si lo eres. Tú controlas tu voz, si tú no quieres ella no te abandonará, se capaz de controlarla.
 -No sé si puedo.
 -Puedes.
 -Puedo.
 Quiero ser capaz de que él me hable y pueda responderle con la misma fluidez que contigo.
 Quiero ser capaz de verme rodeada de gente a la que acabo de conocer y hablar sin que la vergüenza, es decir, la barrera de mi interior me lo impida.
 -No hay ningua barrera, es la mente que, a veces, se vuelve contra nosotros.
 -Para mí es como un muro de piedra que rodea mi mente, la aisla, y me hace sentir insegura. Un muro que atrapa mi voz y la impide salir cuando a mí me plazca.
 Hay gente que me toma por antipática si no hablo, supongo que no se les ocurrió pensar que soy tímida.
 -Esa gente no se merece que le dediques ni un minuto de atención.
 -Supongo que no.
 -¿Qué vas a hacer ahora?
 -Romper las barreras.
 -¿Podrás?
 -Podré.